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Nota por Hernán Panessi publicada originalmente en El Planteo. Más artículos por El Planteo en High Times en Español.
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El activismo es así. En sus comienzos, la Agrupación Marplatense de Cannabicultores fue configurando su forma a partir de un objetivo nítido: organizar la versión doméstica de la Marcha Mundial de la Marihuana. Asimismo, aquellos primeros cultivadores –que se conocían de los foros digitales pero apenas personalmente- comenzaron a reunirse para charlar sobre cultivo, compartir experiencias e intercambiar conocimiento.
Corría 2010 y ahí, en esa misma esquina del barrio de Nueva Pompeya donde aún late su base de operaciones, se emplazaba el ateneo anarquista de la ciudad. Ese mismo año salieron con toda pisando fuerte: participaron de las audiencias públicas para despenalizar el cannabis.
¿El contexto? Bueno, en ese entonces, el pecho estaba bien ancho, ya que fue después del Fallo Arriola, una de las sentencias judiciales más resonantes del país en las que intervino la Corte Suprema de Justicia y se declaró inconstitucional la penalización de la tenencia para consumo personal.
“Tenemos razón, somos usuarios y gozamos de derechos”, argumenta Gabriel Díaz, dos veces presidente de la agrupación, actual secretario y uno de sus principales referentes.
La vía institucional
Poco a poco, la Agrupación fue convirtiéndose en un lugar de encuentro y fueron tomando el camino de la institucionalidad: formaron la asociación civil, asambleas, puestos, cargos y toda la cuestión más formal.
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Así las cosas, en 2019 obtuvieron la personería jurídica y, al toque, encararon la constitución de un habeas corpus colectivo para que la policía se abstenga de realizar detenciones a quienes tengan cannabis para consumo personal.
“Estrenamos la personería jurídica con el habeas corpus. Nos dio la entidad como grupo, ya no simbólicamente, sino legalmente. Una asociación civil con objetivos, misiones y patrimonio”, explica Díaz.
Querían “marcar la cancha” antes del Operativo Sol, el despliegue policial veraniego de la Provincia de Buenos Aires. “Buscábamos poner el tema en discusión”, cuenta el secretario.
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La referencia era el trabajo del juez penal Mario Juliano en la ciudad de Necochea. “Él metió un habeas corpus porque el 70% de los detenidos de su ciudad estaban por consumo personal. Se encargó de pedir audiencias públicas con las fuerzas, los usuarios y los agentes judiciales para tratar de revertir la situación”.
La labor de la Agrupación Marplatense de Cannabicultores
La visión de la Agrupación Marplatense de Cannabicultores se yergue sobre plantear una alternativa al prohibicionismo sobre el cannabis sativa, las plantas y los hongos haciéndolo desde una perspectiva de reducción de riesgos, daños y derechos humanos.
“Empezamos a trabajar en la recolección de datos y buscamos causas iniciadas por infracción a la Ley de Drogas que estuvieran catalogadas como consumo personal. Presentamos una medida para llevarles a los agentes judiciales y determinar cuáles eran los criterios de detención”.
En vías de aumentar su valor institucional, la Agrupación mantiene desde 2014 una relación estrecha con la Universidad Nacional de Mar del Plata. “Tratamos de generar mecanismos para la investigación del cannabis de uso medicinal y buscamos vincularnos con el conocimiento formal”.
Además, los responsables de la Agrupación organizan la Copa del Mar, que ya lleva 12 ediciones y se erige como una de las competencias más importantes de la Costa Atlántica.
“Al comienzo era una celebración de la cosecha. Era encontrarse entre personas que cultivaban. Acá no era tan masivo el fenómeno del cultivo. Compartíamos esquejes, genéticas, información y, de paso, era la excusa para elegir la mejor flor de la temporada”.
Tomar acción
Al mismo tiempo, la persistencia de la Marcha colabora con la visibilización de la comunidad y pretende, también, informar acerca del cannabis, sus sesgos, prejuicios y dogmas.
Y dentro del menú regular de actividades de la Agrupación están sus talleres semanales (de cultivo, de extracción) y entre sus gestos más importantes se encuentra la presentación de una audiencia con la Secretaría de Seguridad de la Municipalidad. ¿Para qué? Lo explica el activista: “Era la época de REPROCANN y ofrecimos la posibilidad de capacitar a las fuerzas en el uso del cannabis”.
Por otro lado, “una de las cosas que más valor tiene es el dispositivo de acompañamiento a los pacientes de cannabis terapéutico. Un seguimiento que antes era más difícil. Ahí, un grupo de médicos se sienta con los pacientes, hacen mesas redondas, charlan con ellos y los orientan sobre medicina en general”.
Una participación activa
Por estos días, desde la Agrupación convocaron a miembros del INASE para que expliquen las nuevas normativas referidas a los registros de semillas, las variedades y cómo registrarlas.
“Buscamos acompañar los marcos regulatorios para que la gente pueda acceder a esa data de forma gratuita. Estamos acompañando la coyuntura ante cualquier cambio que haya desde una perspectiva de ampliación de derechos”.
A la sazón, en el año 2019 participaron del acuerdo por la regulación legal del cannabis. Y, hoy, siguen trabajando en un proyecto de ley que provenga de la sociedad civil: de abajo hacia arriba.
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“Las organizaciones del derecho, de la diversidad y de la lucha de género aportan su punto de vista para poder generar una mirada desde abajo para que sea un proyecto que venga del territorio y no desde los políticos de tal o cual partido”, narra Díaz.
—¿Cómo arrancó la temporada marplatense?
—Arrancó despacio. No se ve mucha gente. Tampoco hemos tenido noticias de la cana. Ni mayores inconvenientes. Siento que han aflojado un poco en algunas cosas. No te joden tanto, ni te revisan tanto. Muchos de los operativos son para desconcentrar. Es una ventaja de los marcos regulatorios.
—¿Y cómo es la comunidad 420 de la ciudad?
—Mar del Plata tiene una comunidad muy grande y estamos en la pampa húmeda: la tierra tiene calidad y tenemos un exterior hermoso. Hay una comunidad cultivadora de excelencia que gana copas donde va. Antes, era usual que venga a la ciudad gente de afuera y gane la Copa del Mar. Ahora, la ganan los de acá.
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